Parece mentira que cuatro meses, un mísero instante de nuestra vida, pueda dar para tanto en lo que a adquisición de conocimientos se refiere. El método de enseñanza empleado en esta asignatura, algo novedoso para mí y seguro que para la mayoría de mis compañeros, ha favorecido la adquisición de unos conocimientos que si, cierto es que sean más escasos que los que puede proporcionar una asignatura a la vieja usanza, dan una enorme solidez a lo aprendido. A la larga esto es, pues, lo que importa ya que extensos estudios pueden darnos un conocimiento muy amplio a corto plazo, pero en definitiva, se quiera o no, se olvida; y esto, es lo que no ha pasado con Hª Económica de la Edad Moderna.
Mi situación previa en el tema era más favorable que la de mis compañeros por haber estudiado economía durante dos años a lo largo del bachillerato. Sin embargo una y otra "economía" parecen distintas por el enfoque dado, algo que suele ocurrir con todo lo estudiado en varias ocasiones, con distintos profesores, a lo largo de nuestra formación.
Aunque el programa del curso no haya sido concluído, puedo afirmar que en lo que respecta a los temas ya concluídos, el conocimiento es muy sólido tanto por la forma de dar clases como por la realización y lectura semanal del blog.
Sin embargo, este conocimiento del que hablo en la presente entrada crece notablemente cuando se refiere al tema tratado en el trabajo grupal y muy especialmente, al tema tratado por uno mismo, en mi caso, los ingresos en Castilla desde Carlos V hasta Felipe IV. Así, no sólo he aprendido estructuras fiscales, algo meramente teórico, sino también algo que en el resto de asignaturas, como pudiesen ser Hª Moderna Universal o la Hª Moderna de España dejan bastante de lado, el marco económico que encuadra los distintos reinados del período: los créditos, el secuestro de remesas (algo que particularmente desconocía hasta el momento), los servicios de Millones, las ventas de oficios, jurisdicciones y títulos nobiliarios... y un largo etcétera de novedades en mi cabeza que el deficiente sistema de enseñanza actual, enclavado aún, en mi opinión, en la consideración tradicional de la Historia, no sabe dar.
Algo malo, como en todo, también tiene que haber, y en mi opinión esto viene dado por la tardanza en el inicio del trabajo. Personalmente considero que las lecturas previas nos atrasan y que en cuanto a la realización del trabajo tampoco nos proporcionan algo extraordinariamente necesario.
Por otro lado, la asignatura también me ha proporcionado algo que no presenta ninguna relación con la misma pero que considero fundamental en todos los ámbitos de la vida: el trabajo grupal. Así, hemos tenido que poner todas nuestras fuerzas para lograr el buen entendimiento, para hacer de nuestro trabajo algo equitativo...en definitiva una nueva experiencia que, puedo asegurar, hasta este mismo año, no me gustaba y que, de hecho, me asustó al comienzo del curso por experiencias pasadas.
Así puedo concluir que la nueva experiencia vivida con esta asignatura ha sido muy positiva en todos los campos y especialmente en el humano por aprender a trabajar, codo con codo, con personas que no conoces y con las que, posiblemente, compartas muy pocas cosas.
Javier Álvarez García
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